
PATOLOGÍAS EN EL HORMIGÓN
Como medida preventiva de conservación y seguridad, el mantenimiento industrial así como el mantenimiento en la edificación y obra civil, es esencial para evitar el deterioro de los elementos constructivos. Con el tiempo, las estructuras de hormigón pueden presentar una serie de patologías, daños y deterioros que deben de ser reparados.
Es por ello, que cada cierto tiempo se realizan inspecciones para comprobar el estado de las estructuras de hormigón.
Las causas de las patologías en el hormigón pueden ser varias: ya sean causas derivadas por los componentes del hormigón, por la fabricación y ejecución, derivadas por el ambiente, por agentes externos físicos y/o químicos…
A continuación, vamos a nombrar algunos de ellas:
- Corrosión inducida por cloruros: En un ambiente marino, los cloruros penetran el hormigón y llegan hasta el acero de la armadura. Con los iones cloruros disueltos en el agua de los poros del hormigón y el oxígeno presente, puede influir en la corrosión de la armadura, produciendo así roturas y puntos débiles, y por consecuencia, empezar la corrosión por puntos.
- Carbonatación: La carbonatación es una de las patologías más frecuentas en las estructuras de hormigón. Es un proceso químico natural. El hormigón, al estar en contacto con el aire, está expuesto a niveles de dióxido de carbono en la atmosfera. Este dióxido de carbono, al entrar en contacto con la cal libre del hormigón y al disolverse en el agua de los poros del hormigón, crea carbonato cálcico, que hace que la durabilidad y/o resistencia del hormigón se reduzca, las armaduras queden desprotegidas y se oxiden. Esto produce desde fisuras hasta desprendimientos del recubrimiento del hormigón en los casos más avanzados.
- Ataque por sulfatos: Los sulfatos son elementos presentes en el cemento que forman cristales en formas de agujas (etringita) durante las primeras etapas. Las patologías en el hormigón surgen cuando otros sulfatos penetran el hormigón (etringita secundaria) creando cristales en forma de agujas cuando el hormigón ya está endurecido. Esto provoca fisuras, desprendimientos del hormigón, perdida de resistencia del hormigón…
- Ataque por agua de mar: Al entrar en contacto el agua de mar con sulfatos, cloruros y otros elementos que constituyen el cemento, se forma etringita, esto genera que el hormigón se expanda y de lugar a la fisuración.